Virgen de la Soledad
Debido a los avatares sufridos por la iglesia de Santiago a lo largo de los años, no existen documentos relativos a la entrada de esta imagen en la parroquia, si bien aparece una solicitud de finales del siglo XIX (en 1889) al Ilmo. Sr. Obispo de Madrid-Alcalá “para restaurar la imagen de la Soledad por parte de una señora procedente de Madrid que se compromete a costear dicha restauración”. Si ya estaba deteriorada, indica su mayor antigüedad.
En torno a esta imagen se creó la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad con fecha 28 Mayo 1909
En los años 1933-1934 parece que se entrega a la Hermandad los siguientes elementos:
- un delantal bordado en oro sobre fondo de tisú blanco
- un estandarte de terciopelo negro bordado
- un pechero y sus dos mangas haciendo juego.
- Un pañuelo de encaje
- Una toca de encaje de blonda sobre fondo de tisú de plata.
- Un manto de terciopelo negro bordado en oro
Se trata de una imagen de las llamadas “de vestir”, esto quiere decir que el imaginero sólo ha realizado la cabeza y las manos, siendo el resto un armazón de madera.
Es una imagen con un rostro juvenil y muy bello a pesar de cierto rictus en su frente y unas cejas que nos pueden recordar los rostros de Pedro de Mena (1628- 1688), escultor granadino que trabaja también en Toledo y que puede influir en lo que se hace en Madrid con posterioridad. Una gran lágrima cae sobre su mejilla derecha. Sus ojos están muy abiertos y demuestra una tristeza serena. Es una Virgen morenita con una melena que le cae sobre los hombros. Sus manos están cruzadas sujetando un pañuelito de encaje y un rosario. Lleva un nimbo dorado de doce puntas.
Va revestida con los ropajes anteriormente mencionados.
Goza de gran devoción entre los habitantes de Villaviciosa de Odón y se celebra su fiesta con gran solemnidad, habiéndose creado además un himno en su honor.